Tener buenas habilidades de redacción es fundamental para cualquier estudiante o investigador que busca comunicar sus ideas de manera clara y efectiva. Ya sea que estés escribiendo un ensayo, una tesis o un artículo de investigación, la habilidad de escribir de manera eficiente y bien estructurada puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Para aquellos que desean mejorar sus habilidades de redacción académica, hay varios consejos prácticos que pueden seguirse para alcanzar mejores resultados:

Lee ampliamente: Para mejorar tus habilidades de escritura académica, es importante leer textos académicos de diferentes disciplinas. Esto te permitirá familiarizarte con los diferentes estilos de escritura y estructuras de argumentación que se utilizan en la academia.

Planifica antes de escribir: Antes de comenzar a escribir, debes planificar cuidadosamente lo que quieres decir. Esto te ayudará a organizar tus pensamientos y asegurarte de que tu mensaje sea claro y coherente.

Selecciona cuidadosamente tus palabras: La selección adecuada de las palabras es un aspecto crucial de la redacción académica. Es importante utilizar un lenguaje preciso y evitar el uso de jergas y términos ambiguos que puedan confundir al lector.

Estructura tu texto: La estructura de tu texto debe ser clara y fácil de seguir. Asegúrate de que tus ideas fluyan de manera lógica y que cada párrafo esté relacionado con el tema general.

Usa citas adecuadamente: Cuando utilices información o ideas de otros autores, debes citarlas correctamente. Utiliza el formato de citación apropiado para tu disciplina y asegúrate de que todas las fuentes citadas estén incluidas en tu bibliografía.

Revisa y edita: Después de escribir tu texto, es importante revisarlo y editarlo cuidadosamente. Busca errores de ortografía, gramática y puntuación, así como cualquier otra área donde se pueda mejorar la escritura.

Pide retroalimentación: Obtener comentarios de otras personas sobre tu escritura siempre es útil. Pídele a un profesor, tutor o amigo que revise tu trabajo y te brinde comentarios constructivos.

Practica: Como con cualquier habilidad, la práctica hace al maestro. Escribe tanto como sea posible para mejorar tus habilidades de redacción académica.

En conclusión, la mejora de las habilidades de redacción académica es un proceso continuo que requiere tiempo y dedicación. Siguiendo estos consejos prácticos, podrás desarrollar una habilidad valiosa que te ayudará en tu carrera académica y profesional. Recuerda que la práctica constante te permitirá perfeccionar tus habilidades y convertirte en un escritor académico más efectivo.

Desde nuestra residencia universitaria, sabemos que tomar apuntes en clase es una habilidad fundamental para cualquier estudiante. Sin embargo, no todas las técnicas de toma de notas son igualmente efectivas. En este artículo, vamos a explorar las mejores técnicas para tomar apuntes en clase y asegurarnos de que estás bien preparado para el éxito académico.

Usa abreviaturas y símbolos

El tiempo es un factor clave durante una conferencia o clase, por lo que debes aprovecharlo al máximo. Una forma eficaz de ahorrar tiempo y espacio en tu cuaderno es mediante el uso de abreviaturas y símbolos. Por ejemplo, «w/» puede significar «con» y «w/o» significa «sin». También puedes usar flechas, puntos o guiones para señalar ideas relacionadas.

Crea un formato claro

Un formato claro facilita la comprensión de tus notas. Utiliza viñetas, títulos y subtítulos para organizar tus ideas en secciones. Además, utiliza diferentes colores (si es posible) para resaltar ideas principales, preguntas y respuestas.

Sigue el ritmo del orador

Es importante que sigas el ritmo del orador o profesor para que puedas capturar la información más importante. Trata de escribir tan rápido como puedas, pero sin descuidar la legibilidad. Si te cuesta seguir el ritmo, ralentiza y da prioridad a las ideas clave.

Resalta palabras clave

En lugar de escribir todo lo que escuches, concéntrate en las palabras clave y frases importantes. Estas son las ideas centrales que el orador está tratando de transmitir. Subraya estas palabras clave y haz notas adicionales al margen para agregar detalles.

No te olvides de las preguntas

Las preguntas pueden ayudarte a profundizar en el tema y comprender mejor la información. Anota cualquier pregunta que tengas sobre lo que se está discutiendo en clase para poder hacerlas después o investigarlas en tu tiempo libre.

Actualiza tus notas

Revisa y actualiza tus notas durante y después de la clase. Agrega cualquier información adicional que puedas recordar o que hayas obtenido de otros recursos. También puedes resumir las ideas principales al final de cada sesión para tener una visión general más clara del material.

En conclusión, tomar apuntes es un hábito importante que los estudiantes deben desarrollar para tener éxito académico. Al utilizar estas técnicas, podrás capturar la información más importante y mejorar tu capacidad para retener y recordar la información. Recuerda, un buen conjunto de notas puede ser la clave para un futuro exitoso.

Cuando los estudiantes universitarios piensan en su carrera futura, a menudo se enfocan principalmente en obtener buenas calificaciones y en adquirir habilidades específicas para su campo de estudio. Sin embargo, hay otro aspecto clave que a menudo se pasa por alto y en San Ildefonso sabemos que es importante: el networking.

El networking, o la construcción de una red de contactos profesionales, es fundamental para avanzar en cualquier carrera. Esto es especialmente cierto para los estudiantes universitarios que aún están en las primeras etapas de su carrera. Aquí te explicamos por qué el networking es tan importante y cómo puedes comenzar a construir tu propia red de contactos.

Obtener información valiosa sobre trabajos y empresas

Hablar con profesionales en tu campo de interés puede proporcionarte información valiosa sobre lo que se requiere para tener éxito en ese campo. Los profesionales pueden darte consejos sobre cómo obtener experiencia y habilidades relevantes, así como sobre las tendencias actuales del sector. Además, pueden compartir información sobre puestos de trabajo y empresas que quizás no conozcas.

Apoyo emocional y profesional

El proceso de búsqueda de empleo puede ser abrumador y solitario. Tener una red de contactos puede proporcionarte el apoyo emocional necesario para seguir adelante. Tus contactos también pueden ayudarte a resolver problemas y superar obstáculos en tu carrera. Además, al estar en contacto con otros profesionales, puedes obtener la motivación necesaria para alcanzar tus metas.

Acceder a oportunidades laborales

Las oportunidades laborales a menudo surgen a través de contactos profesionales. Las empresas a menudo prefieren contratar a alguien que ha sido recomendado por un empleado actual o por alguien en su red de contactos. De hecho, se estima que el 85% de los trabajos se llenan a través de contactos y referidos.

Ampliar tus perspectivas

Mantener una amplia red de contactos te permite estar al día con las últimas tendencias del sector y conocer diferentes puntos de vista. Esto puede ayudarte a perfeccionar tus habilidades y prepararte mejor para la vida laboral. Además, mantener una red de contactos también puede abrirte oportunidades para trabajar en proyectos interesantes y emocionantes.

Ahora, es posible que te preguntes cómo comenzar a construir tu propia red de contactos. Aquí te brindamos algunos consejos:

• Asiste a eventos relacionados con tu campo de estudio.
• Únete a grupos de networking en línea.
• Aprovecha las redes sociales para conectarte con personas en tu campo.
• Participa en programas de prácticas y pasantías.
• Habla con tus profesores y tutores académicos sobre sus redes de contacto.
• Participa en actividades extracurriculares en la universidad.

En resumen, el networking es un aspecto crucial de la construcción de una carrera exitosa. Los estudiantes universitarios deben comenzar a construir su propia red de contactos desde temprano para maximizar su potencial de éxito. Al hablar con profesionales en tu campo de interés, puedes obtener información valiosa, apoyo emocional y profesional, acceder a oportunidades laborales y ampliar tus perspectivas. ¡No subestimes el poder de tener una red de contactos sólida!

Vivir solo o compartir habitación en nuestra residencia universitaria es una de las decisiones más importantes que un estudiante debe tomar antes de comenzar su carrera universitaria. Ambas opciones tienen sus pros y sus contras, por lo que es importante considerarlas cuidadosamente antes de tomar una decisión final.

Vivir solo

Una de las ventajas de vivir solo en una residencia universitaria es la privacidad. Los estudiantes pueden tener su propio espacio para estudiar, descansar y relajarse sin tener que preocuparse por las distracciones de los compañeros de cuarto. Además, los estudiantes pueden decorar su habitación a su gusto personal sin tener que preocuparse por los gustos o preferencias de otra persona.

Otra ventaja de vivir solo en una residencia universitaria es la independencia. Los estudiantes pueden tomar sus propias decisiones sobre cómo administrar su tiempo y recursos, y no tienen que preocuparse por coordinar sus horarios y actividades con los de sus compañeros de cuarto. Esto puede ayudarles a desarrollar habilidades importantes de toma de decisiones y gestión del tiempo que les serán útiles en el futuro.

Sin embargo, vivir solo en una residencia universitaria también puede tener algunos inconvenientes. Los estudiantes pueden sentirse solos y aislados sin la presencia constante de compañeros de cuarto con los que puedan interactuar y socializar. Además, los estudiantes que viven solos pueden tener que lidiar con los desafíos financieros de pagar por una habitación individual, que suele ser más costosa que una habitación compartida.

Compartir habitación

Por otro lado, compartir habitación en una residencia universitaria puede ser una experiencia muy enriquecedora y gratificante. Los estudiantes que comparten habitación tienen la oportunidad de conocer a personas nuevas y hacer amigos con los que pueden compartir experiencias y apoyo emocional. Además, los estudiantes pueden ahorrar dinero al compartir los gastos de la habitación, lo que puede ser una gran ventaja para aquellos con presupuestos ajustados.

Sin embargo, compartir habitación también puede tener sus desventajas. Los estudiantes pueden tener diferencias en cuanto a horarios de sueño, hábitos de estudio y preferencias personales que pueden llevar a conflictos y discusiones. Además, los estudiantes pueden sentir que no tienen suficiente privacidad o espacio personal, lo que puede ser un problema para algunos.

En última instancia, la decisión de vivir solo o compartir habitación en una residencia universitaria dependerá de las necesidades y preferencias individuales de cada estudiante. Si la privacidad y la independencia son importantes, vivir solo puede ser la mejor opción. Sin embargo, si buscas compañerismo y ahorro de costos, compartir habitación es una buena opción.

Es importante tener en cuenta que ambas opciones tienen sus pros y sus contras, por lo que es importante evaluar cuidadosamente tus necesidades y preferencias antes de tomar una decisión final. Además, es importante comunicarse abiertamente con los posibles compañeros de cuarto para asegurarse de que todos estén en la misma página en cuanto a horarios, hábitos y preferencias personales.

La decisión de vivir solo o compartir habitación en una residencia universitaria es una elección personal que debe basarse en las necesidades y preferencias individuales de cada estudiante. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, por lo que es importante considerarlas cuidadosamente antes de tomar una decisión final.

Vivir en una residencia universitaria lejos de casa es un emocionante paso hacia la independencia. Significa estar rodeado por otros estudiantes que buscan lo mismo que tú: aprender, crecer y disfrutar de todo lo que la universidad tiene para ofrecer. Sin embargo, también puede ser un momento difícil y desafiante. Aquí están algunos consejos prácticos para ayudarte a atravesar los desafíos de vivir lejos de casa en la residencia universitaria.

Comprende tus sentimientos
Es normal sentir nostalgia por el hogar, los amigos y la familia cuando estás viviendo en una residencia universitaria lejos de casa. Es posible que también te sientas abrumado por la idea de adaptarte a un nuevo entorno. Los cambios pueden ser difíciles, pero es importante reconocer tus sentimientos y comprender que son normales.

Conéctate con otros estudiantes
Una de las mejores maneras de superar la sensación de soledad y nerviosismo es conectar con otros estudiantes. Participa en actividades sociales, como eventos deportivos, fiestas temáticas, cenas en grupo y clubs universitarios. Esto no solo te permitirá conocer gente nueva, sino que también te brindará la oportunidad de conectarte con una comunidad que comparte intereses similares.

Aprovecha la tecnología
Los teléfonos móviles y las aplicaciones de chat pueden hacer que la distancia entre tú y tu hogar sea menos abrumadora. Programa llamadas regulares con tus amigos y familiares para mantenerse al día sobre lo que está sucediendo en casa. También puedes usar la tecnología para conectarte con otros estudiantes y compañeros de habitación en la residencia universitaria.

Personaliza tu espacio vital
La residencia universitaria es tu nuevo hogar, así que asegúrate de que se sienta así. Agrega elementos personales a tu habitación, como fotos, cojines, plantas o cualquier cosa que te haga sentir feliz y cómodo. Haz de tu espacio un lugar donde puedas relajarte después de un largo día de clases.

Establece expectativas claras con tus compañeros de habitación
Compartir una habitación con alguien puede ser difícil, especialmente si tiene hábitos diferentes a los tuyos. Para evitar conflictos, establece expectativas claras con tus compañeros de habitación y comunica tus necesidades. Discute cómo dividir las tareas domésticas, horarios de estudio y plazos de trabajo. También es importante respetar el espacio personal de tus compañeros de habitación y tener tolerancia cuando ellos hacen lo mismo contigo.

Aprende a manejar tu tiempo
Una de las mejores maneras de adaptarse a la vida en la residencia universitaria es aprender a manejar tu tiempo. Esto significa establecer una rutina diaria para ayudarte a equilibrar tus estudios, actividades extracurriculares, socialización y descanso. Trata de evitar procrastinar y dedicar tiempo regularmente al estudio. Si puedes manejar tu tiempo de manera efectiva, será mucho más fácil disfrutar de todo lo que la universidad tiene para ofrecer.

Haz del ejercicio una prioridad
El ejercicio físico no solo ayuda a mantener una buena salud mental y física, sino que también es una excelente manera de conectarte con otros estudiantes en la residencia universitaria. Participa en deportes en equipo, asiste al gimnasio de la universidad o incluso solo toma un paseo. El ejercicio diario hará que te sientas más enérgico y feliz.

Busca apoyo
Si te encuentras luchando con la vida en la residencia universitaria, busca ayuda. La mayoría de las universidades tienen consejeros estudiantiles y tutores disponibles para ayudar a los estudiantes a adaptarse a su nuevo entorno. También puedes buscar grupos de apoyo en línea o conectarte con otros estudiantes que puedan estar sintiendo lo mismo.

En resumen, vivir lejos de casa en una residencia universitaria puede ser desafiante, pero también es emocionante. Con estos prácticos consejos que te ofrecemos desde nuestra residencia universitaria, puedes hacer que la transición sea más fácil. Ya sea que estés buscando conectar con otros estudiantes, personalizar tu espacio vital o aprender a manejar tu tiempo de manera efectiva, estas sugerencias pueden ayudarte a sacar el máximo provecho de tu experiencia universitaria. ¡No te olvides de disfrutar de todo lo que la universidad tiene para ofrecer!

No todos los estudiantes aprenden de la misma manera. Algunos son más visuales, otros son más auditivos y otros son más kinestésicos. Si eres un estudiante que no está seguro de cómo estudiar de manera más efectiva según tu estilo de aprendizaje, ¡no te preocupes! Desde nuestra residencia San Ildefonso hemos hecho una recopilación de las mejores formas de estudiar para estudiantes visuales, auditivos y kinestésicos.

Estudiantes Visuales

Los estudiantes visuales aprenden mejor a través de imágenes y gráficos. Si eres un estudiante visual, estas son algunas de las formas de estudiar que podrían funcionarte mejor:

Mapas Mentales: Los mapas mentales son una excelente manera de organizar información visualmente. Puedes usarlos para conectar ideas, crear jerarquías y mostrar relaciones entre diferentes conceptos.

Diagramas: Los diagramas son una forma efectiva de representar datos complejos. Estos pueden incluir diagramas de flujo, árboles genealógicos, tablas y gráficos.

Flashcards: Las tarjetas de memoria con imágenes pueden ser muy eficaces para recordar información. Incluye imágenes o esquemas en tus flashcards para ayudarte a recordar conceptos clave.

Videos educativos: Los videos educativos pueden reforzar los conceptos que has estudiado en clase. Busca tutoriales o explicaciones visualmente atractivas en sitios web como YouTube.

Estudiantes Auditivos

Los estudiantes auditivos aprenden mejor cuando escuchan información. Si eres un estudiante auditivo, estas son algunas de las formas de estudiar que podrían funcionarte mejor:

Grabaciones de audio: Graba las conferencias o clases y escucha los audios después para reforzar los conceptos importantes.

Leer en voz alta: Leer en voz alta puede ayudar a los estudiantes auditivos a recordar mejor la información. Escuchar tu propia voz puede ser una herramienta valiosa para recordar conceptos complejos.

Repetición: Repetir la información en voz alta puede ayudarte a retenerla mejor. Considera trabajar con un grupo de estudio y hacer preguntas y respuestas en voz alta.

Utiliza grabaciones de audio temáticas: Las grabaciones de audio temáticas pueden ayudarte a aprender vocabulario, como el inglés, para mejorar tus habilidades lingüísticas.

Estudiantes Kinestésicos

Los estudiantes kinestésicos aprenden mejor cuando realizan actividades físicas o prácticas. Si eres un estudiante kinestésico, estas son algunas de las técnicas de estudio que podrían funcionarte mejor:

Hacer esquemas a mano alzada: Los esquemas a mano alzada pueden ayudarte a visualizar conceptos y hacer conexiones más fácilmente. A menudo, escribir a mano te permite interactuar y sentir la información, lo cual ayuda a los estudiantes kinestésicos.

Trabajar con grupos de estudio: Unirse a un grupo de estudio que realice tareas prácticas puede ser muy beneficioso para los estudiantes kinestésicos. No solo pueden interactuar con la información de manera más efectiva, sino que también pueden practicar habilidades sociales y de colaboración.

Experimentos: Los experimentos pueden ayudar a los estudiantes kinestésicos a aprender mejor. Realiza experimentos en casa o en el laboratorio para practicar y profundizar en los conceptos que has aprendido.

Aplicación práctica: Encuentra formas de aplicar lo que estás aprendiendo en la vida real. Por ejemplo, si estás aprendiendo a escribir un ensayo, escribe un ensayo sobre un tema que te interese para poner en práctica las técnicas que has aprendido.

En resumen, aprender cómo estudiar efectivamente según tu estilo de aprendizaje puede mejorar significativamente tu rendimiento académico. Si eres un estudiante visual, auditivo o kinestésico, estas técnicas pueden ayudarte a retener mejor la información y alcanzar tus metas educativas. Recuerda que no hay un método único para aprender, y es importante encontrar lo que funciona mejor para ti.

En San Ildefonso sabemos que administrar tu tiempo es una habilidad importante que los estudiantes universitarios deben dominar para tener éxito académico y personal. La universidad puede ser estresante, pero con la planificación adecuada, se puede crear una experiencia exitosa y sin estrés.

Aquí hay 10 consejos para administrar tu tiempo eficazmente mientras estudias.

Crea un plan de estudio semanal
Antes de empezar cada semana, haz un calendario o plan de estudio semanal para ayudarte a organizar tus tareas escolares y personales. Incluye momentos para estudiar, trabajar en proyectos y actividades extracurriculares.

Usa una agenda o un calendario
Mantén una agenda, ya sea en su versión física o digital, para anotar todas las citas y fechas límites importantes. De esta manera, no te perderás ninguna tarea o evento importante.

Haz uso de la tecnología
Existen muchas aplicaciones que pueden ayudarte a gestionar tu tiempo, como las aplicaciones de productividad y la función de recordatorios. Prueba algunas y utiliza la que mejor te funcione.

Evita distraerte con redes sociales y el internet
Las redes sociales y otras distracciones de Internet pueden ser muy tentadoras. Asegúrate de programar momentos específicos para revisar tus cuentas de redes sociales y limitar el tiempo que pasas navegando en Internet.

Delega responsabilidades cuando sea posible
No intentes hacer todo tú solo. Si tienes compañeros de clase o amigos que puedan ayudarte con ciertas tareas, delega algunas de ellas para no abrumarte con el trabajo.

Haz uso de los recursos disponibles
Aprovecha las tutorías, asesoramiento académico y otros recursos de la universidad para ayudarte a comprender mejor algunos temas o aclarar cualquier duda que tengas.

Mantén un equilibrio entre el trabajo y el descanso
Es importante que te tomes descansos regulares mientras estudias para no agotarte mentalmente. Establece momentos específicos para relajarte y hacer ejercicio.

Prioriza tus tareas
Identifica las tareas más importantes y urgentes, y trabaja en ellas primero. Esto te ayudará a gestionar tu tiempo de manera más efectiva y evitar el estrés.

Aprende a decir «no»
No te sobrecargues de trabajo o actividades extracurriculares. Si no tienes tiempo suficiente para hacer algo, es mejor decir «no» a comprometerte y luego tener que cancelar.

Sé flexible
A veces las cosas no salen como lo planeamos. Aprende a ser flexible y a adaptarte a los cambios en tu horario. Si tienes un plan de respaldo, podrás afrontar los imprevistos con mayor tranquilidad.

En resumen, administrar tu tiempo eficazmente durante la universidad puede parecer abrumador al principio, pero con un poco de planificación y organización, puedes ser exitoso y mantener el equilibrio emocional. Sigue estos 10 consejos para aprovechar al máximo tu tiempo y asegurarte de estar siempre al tanto de tus tareas escolares y personales.

La vida en una residencia universitaria puede ser emocionante e increíblemente enriquecedora, pero también puede ser difícil para aquellos que se sienten solos o desconectados. La soledad y el aislamiento social pueden afectar a cualquiera, independientemente de su personalidad o situación de vida, y es importante abordar estos problemas antes de que se conviertan en algo más serio. Desde nuestra residencia universitaria exploraremos algunas estrategias útiles para lidiar con la soledad y el aislamiento social.

Consejos para lidiar con la soledad y el aislamiento

Conéctate con otros estudiantes
En la mayoría de las residencias estudiantiles, hay muchas oportunidades para conectarse con otros estudiantes. Participa en eventos sociales organizados por la residencia, asiste a reuniones de clubes y grupos estudiantiles que te interesen, y saluda y habla con personas nuevas siempre que puedas. Cuanto más te involucres con la comunidad de la residencia, más oportunidades tendrás de hacer amigos y establecer conexiones significativas.

Haz un esfuerzo para salir de tu habitación
Cuando te sientes solo o aislado, es tentador pasar todo el tiempo en tu habitación, pero esto solo empeora las cosas. Hacer un esfuerzo consciente para salir de tu habitación y estar en espacios comunes como la sala de estar o la cocina puede ayudarte a sentirte menos solo. Incluso si no estás en el estado de ánimo para interactuar con otras personas, simplemente estar cerca de ellas puede ayudarte a sentirte más conectado.

Utiliza la tecnología para conectarte con amigos y familiares
A veces, la soledad en la residencia estudiantil puede ser exacerbada por la distancia de amigos y familiares. Sin embargo, hoy en día, la tecnología nos permite mantenernos en contacto con los demás como nunca antes. Haz uso de las redes sociales, la mensajería instantánea y las videollamadas para mantenerte en contacto con las personas que te importan. Puedes incluso organizar una noche de cine virtual o una cena en línea con amigos y familiares para sentirte más cerca de ellos.

Encuentra actividades que te gusten
Encontrar actividades que te gusten y dedicar tiempo a ellas es una excelente manera de mantenerse ocupado y hacer cosas que te hagan feliz. Si te sientes solo en tu residencia, trata de buscar opciones fuera de ella. Únete a un club deportivo o un grupo de voluntarios, toma una clase de yoga o aprende a cocinar algo nuevo. Al encontrar actividades que te gusten, también tendrás la oportunidad de conocer a personas nuevas y potencialmente hacer amigos afines.

Busca ayuda si la soledad se convierte en depresión
Es normal sentirse solo y desconectado de vez en cuando, pero si estos sentimientos persisten durante largos periodos de tiempo, pueden convertirse en depresión. Si notas que tu soledad está afectando negativamente tu bienestar mental y emocional, busca ayuda. Muchas residencias estudiantiles tienen recursos para la salud mental, como asesores o consejeros, a los que puedes acudir. También hay recursos fuera de la residencia, como clínicas y psicólogos, que pueden brindarte apoyo.

En conclusión, la soledad y el aislamiento social son desafíos comunes para muchos estudiantes en residencias universitarias. Sin embargo, hay muchas estrategias efectivas para lidiar con estos problemas. Conéctate con otros estudiantes, sal de tu habitación, utiliza la tecnología para conectarte con amigos y familiares, encuentra actividades que te gusten y busca ayuda si es necesario. Al hacer un esfuerzo consciente para abordar la soledad y el aislamiento social, podrás disfrutar al máximo de tu experiencia en la residencia estudiantil.

Desde San Ildefonso sabemos que cuando llega la época de exámenes, muchos alumnos se agobian estudiando temarios hasta las tantas de la mañana. Realmente, en muchos casos, no saben que utilidad tiene con lo que están estudiando.

Cuando entra en juego el aburrimiento por la asignatura, el cansancio, la pereza u otros factores negativos, se hace muy complicado seguir adelante.

A continuación, desde San Ildefonso, vamos a darte unos tips para mejorar tu motivación de cara a los exámenes.

Tips para motivarte de cara a los exámenes

• Debes motivarte antes de empezar a estudiar. Es primordial afrontar los exámenes con optimismo y motivación. Teniendo un «plan» trazado para estudiar, usando diferentes métodos. Y por supuesto creyendo siempre en ti y en que lo harás lo mejor posible.

• Hacer ejercicio antes o después de estudiar. Cuando hacemos ejercicio antes de estudiar la sangre de nuestro cerebro se extiende de forma más fluida. Con lo cual será más fácil concéntranos. Por el contrario, cuando realizamos deporte después de estudiar nos permite relajar la mente. Y también favorece a que no aparezca estrés.

• Extrapola lo que estas estudiando a la realidad. Hay que intentar buscarle una utilidad práctica a lo que estudias. Además, también te ayuda a trabajar tu imaginación.

• Apóyate en amigos o familiares. Trata de apoyarte en gente cercana, para que puedas contarle lo que estas estudiando. Y os podéis apoyar mutuamente con lo que no entendáis cada uno. Intenta siempre despertar la curiosidad de quien te escucha.

• Diferenciar entre aprender y memorizar. Se aprende muchísimos más si comprendemos lo que se estudia, que si tratamos de memorizar página a página el temario. Intenta siempre explicar tras estudiar todo el temario, decirlo con tus palabras.

• No mezcles tareas. Cuando estamos estudiando, no realices otras tareas, ni te entretengas. Céntrate únicamente en el estudio, y verás mejores resultados.

Desde San Ildefonso, sabemos que realizar deporte es una de las cosas más saludables que existen. Y si encima, esto lo acompañamos con una buena alimentación, ya tendríamos dos grandes hábitos saludables. Esto, acompañado de un gran hábito de estudio suma en total tener el cuerpo y la mente saludables en armonía.

Pero, y si te dijéramos, que realizar deporte en épocas de estudio, tiene mucho más beneficios aún.

Vamos a ver a continuación cuales son los beneficios de realizar deporte para el estudio.

Beneficios de realizar deporte para el estudio

• El cuerpo genera endorfinas. Realizar actividad física nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismo, y a mantener una actividad positiva, aportándonos la energía que necesitamos para afrontar el día. Esto se produce debido a que el cuerpo durante el ejercicio libera endorfinas, las cuales son unas moléculas que nos hacen sentir bien y dan energía a nuestro organismo. También ayuda a relajar nuestra mente.

• Evitar un estilo de vida sedentario. En el caso concreto de los estudiantes, estos se suelen pasar muchas horas sentados ya sea en clase o estudiando en sus habitaciones o bibliotecas. Así que es recomendable tener una rutina de deporte para tratar de vencer este sedentarismo provocado por los estudios.

• Mejora la concentración. Otro de los beneficios más importante que implica la realización de actividad física es mejorar el nivel de concentración. Este beneficio se verá claramente reflejado en nuestros estudios a nivel de rendimiento, con lo cual podremos optimizar más nuestro tiempo de estudio. Mejora notablemente tanto la atención al estudio como la capacidad e memorización.

• El deporte ayuda a desconectar de todo. El deporte también ayuda a evitar, reducir y eliminar el estrés y la sensación de ansiedad. Lo mejor es tratar de realizar deporte tras sesiones de estudios para así ayudar a desconectar del resto de cosas que nos inquietan o alarman, como en este caso pueden ser los estudios.